Juan Antonio Tinte
HAGAN JUEGO...
El despotismo no deja de ser una
evidente manifestación acerca de las lagunas educativas que una persona ha
sufrido. Si ese despotismo alcanza nuestros días, uno pudiera pensar que,
además, se acompaña de un ensañamiento que va de la ignorancia y falta de
conocimiento trabajada a la chulería más inoportuna y torpe.
Decir que aumentar los recursos
no garantiza una mejor educación es demagogo y sectario. Es cierto, hemos visto
en infumables programas de televisión cómo hijos de escandalosas fortunas,
dilapidan dinero en fiestas, coches y antojos sin el más mínimo miramiento
y con unos comportamientos que
escandalizan a la inteligencia. Es cierto, estos señores no necesitan de
recursos: ya los tienen y así los usan. El Ministro de Educación parece ser que
ha tenido una “buena educación” y… así la usa. Y es que la buena educación,
amén del cargo que ocupa, le haría ser
sensible a las necesidades que no se cuantifican en resultados de baremación
absoluta.
La acción tutorial sobre los
alumnos, es esa que personaliza la realidad individual de cada alumno y alumna
y propicia su crecimiento. Porque en términos absolutos, dudo mucho que un gran
número de ministros y cargos de confianza alcance los mínimos para administrar
políticas, siquiera, de asociación de vecinos y, sin embargo, ahí están.
La Educación va más allá de la
instrucción. Sin Educación impartida dentro de los programas docentes es
complicado, por no decir imposible, animar a la instrucción, a la toma de
conocimientos, a querer saber. Cuando usted instruye, no tiene garantía alguna
acerca de la condición de la persona: licenciados, doctores y masters, son los
que dirigen guerras y las propician, los que se afanan en la ingeniería
financiera para crear lo que no existe, para extorsionar naciones, para llegar
a altos cargos que hacen la vista gorda ante el delito, los que dan garantías
para el asentamiento de mafias.
Sin embargo son licenciados, doctores, masters, carpinteros, afiladores o pescadores los que configuran la sociedad en su conjunto. En la libertad a decidir de cada uno estriba la riqueza que conforma dicha sociedad. La educación recibida, que no la instrucción unicamente, hace de cada uno lo que es, aportando al resto todo el saber acumulado. El hecho de no necesitar instrucción académica para desarollar según qué funciones, no justifica recortar los recursos y mucho menos el cerrar el acceso a los diferentes programas educativos dentro de la enseñanza reglada. Desde los centros, no se tira la toalla, se trabaja para que todos y todas tengan capacidad para decidir y eso, señor misnistro, entra dentro de la educación.
Por supuesto, los proyectos de
nuestros políticos están a la altura de su educación: vamos dar paso a los
trileros, proxenetas o traficantes bajo el auspicio de las instituciones del
estado para hacer de nuestro país un referente. Un referente donde exaltar la
decadencia vestida de lujo con ruletas, black jak, tragaperras o poker en un
delirio y paradigma del “buen gusto” y la consumación de la política educativa al nivel de donde pueden
codearse nuestros políticos. Claro que para ello habrá que ofrecer una
alternativa educativa con buenos profesionales que beban de estas fuentes: como
ejemplo ya están nuestros ministros y presidentes.
Qué cuajo hay que gastar para que
el mismo partido en el gobierno sea capaz de estar un hachazo de semejante
envergadura a la educación con argumentos tan pueriles que ruboriza incluso a
sus votantes y se permita a la vez recibir en Moncloa a la peor reputada
comitiva encabezada por Adelson.
No señores, la Educación no es
mercancía, es un derecho del que no son dueños. Ustedes están ahí para
garantizarla, no para decidir sobre los recursos que cada individuo necesita.
Este señor ministro no tiene ni idea de lo que habla, o sí. No tiene ni idea de
lo que suponen los programas de refuerzo educativo, la compensatoria o las
aulas de TGD. Para este señor la diversidad es algo que hay que eliminar por
que no alcanza a ver más allá de lo poco que conoce por muy tertuliano que haya
sido. No quiero decirlo, pero ya sabemos en que concluye cuando se quiere
mermar la presencia de la diversidad y “educar” bajo un mismo patrón a todos
por igual… No se alcen ustedes a la
categoría de agencia de calificación. ¿Cómo es posible que sean tan indecentes
apostando por recortar en recursos para que esta sociedad se forme? ¿Ha
recortado ustedes sus salarios, dietas, coches oficiales, comidas, comisiones,
despilfarro, concesiones a dedo? ¿Han recortado ustedes en su bienestar?
Más pronto que tarde, cabe la
posibilidad que algún juez actúe de oficio y siente en el banquillo a toda esta
chusma. No puede ser. Es tan grave lo que está ocurriendo en direcciones
diametralmente opuestas: rescate a los bancos
frente a recortes en educación y sanidad, además de bajada de sueldos,
pagas arrebatadas, despidos… que, digo, algún juez actuará pronto de oficio,
entonces, su decisión vendrá por los cauces que, de manera demagógica, ustedes
demandan: democráticos y dentro del estado de derecho, entonces una vez más la
calle hablará… y tendrá el amparo que ustedes a día de hoy no reconocen aún.

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